LA ADICCIÓN
ni excusas ni mentiras, afronta el reto de vivir en plenitud
Adiciones:
Drogas
Juegos
Alcohol
Sexo
Tabaco
Trabajo
Comida
Compras
Deporte
Redes sociales
Pantallas
Pornografía
…
Yo no soy adict@.
Yo no tengo ningún problema.
Lo dejo cuando quiera.
No hay para tanto, estás exagerando.
Mis amigos también lo hacen.
No puedo más.
Nadie me entiende.
Sólo quiero que me deje en paz.
Lo hago para pasármelo bien.
¡Dame dinero! Lo necesito.
Mañana será el último día.
Todas las adiciones afectan a:
Cuerpo
Mente
Emociones
Energía
Autoestima
Valores
Economía
Familia
Amistades
Pareja
Trabajo
¿Te resultan familiares estas frases? Seguro las has dicho o escuchado más veces de las que imaginas.
Los adictos y los familiares suelen negar la adicción porque rechazan enfrentar el problema.
Mientras no lo reconocen, para ellos no existe.
Cuanto antes lo aceptes, más pronto podrás dar el primer paso hacia el fin de la adicción.
Cuando buscamos refugio en el lugar equivocado: hay momentos en la vida en los que sentimos que todo nos golpea con demasiada fuerza y no tenemos energías para enfrentarlo. Nos invade el cansancio, la frustración y, a pesar de todos nuestros esfuerzos, parece que no logramos encajar. A veces, solo queremos sentirnos parte de algo. Otras, la soledad nos consume, o nos duele haber fracasado en aquello que soñábamos alcanzar o en lo que otros esperaban de nosotros. En nuestros momentos más bajos, buscamos alivio de manera instintiva.
Tomamos una copa, consumimos alguna droga, hacemos una compra impulsiva, comemos sin hambre, salimos a correr hasta el agotamiento o recurrimos al sexo esporádico sin compromiso. Y en ese instante, nos sentimos mejor. El cerebro, aprende rápido, registra la relación: «cuando hay malestar, esta acción me da alivio inmediato».
A partir de ese momento, cada vez que nuestras emociones estén desbordadas o nuestras energías estén por los suelos, la mente nos tentará con esa misma solución rápida. Busca placer instantáneo, pero ignora las consecuencias a largo plazo. Es así como, sin darnos cuenta, empezamos a depender de ese escape. Lo que comenzó como un alivio momentáneo se convierte en una trampa, y sin quererlo, quedamos atrapados en la adicción.
Es fundamental entender que este ciclo no nos define ni es una sentencia. Reconocer el problema es el primer paso para salir de él y reconectar con una vida más plena y auténtica.
qué pasa antes de la adición
PREDISPOSICIÓn
A pesar de que muchas personas tientan a la suerte con las drogas, los juegos, el sexo… son una minoría las que llegarán a sufrir una adicción.
Por un lado, está la búsqueda de sensaciones y un fuerte deseo de nuevas experiencias dadas por nuestra propia genética del cerebro. Y por otro, el entorno.
HERENCIA GENÉTICA
El hecho de que los progenitores vivan una adicción favorece genética y emocionalmente a los hijos a seguir el mismo camino.
Tanto es así, que se dan familias en las que varios miembros del núcleo familiar sufren una adición ya menudo es la misma.
Esto no significa que un descendiente de personas adictas a la fuerza desarrolle la patología. Es simplemente que tiene una condición más a tener en cuenta que le conviertan en una persona mayoritariamente de alto riesgo.
EPIGENÉTICA
Las características de nuestros genes pueden transformarse por factores ambientales que modifican la estructura general del ADN sin variar la secuencia genética.
El entorno, la educación que recibimos, la edad de la primera convivencia con una adicción, cambio de ambiente, ver las posibles consecuencias… son elementos que determinarán nuestra predisposición genética.
Por tanto, lo más importante no es lo que llevamos grabado en tus genes, sino la capacidad que tenemos de modificarlos.
CARÁCTER
Las personas más inseguras y dependientes tendrán mayores posibilidades de caer en adicciones para superar sus miedos o para integrarse imitando a los demás.
Las frustraciones como no llegar a las expectativas creadas por nuestro entorno o cómo nos afectan las opiniones de los demás nos llevará a la necesidad de evadirnos o buscar un empujón para estar a la altura.
desequilibrios
Antes de nacer ya se está forjando el camino que vamos a iniciar en esta vida.
MEMORIAS ANCESTRALES
Son las experiencias que han quedado grabadas en la esencia de nuestros antecesores y que transmiten a los sucesor por no haberlas transitado. Hechos desequilibrantes que han vivido a lo largo de su vida y que forman parte de nuestra herencia energética.
PROPIA CONCEPCIÓN
¿Cómo nos han concebido nuestros padres? Nos deseaban, nos buscaron, llegamos por sorpresa, somos fruto de un abuso, hemos nacido detrás de un aborto… todos estos factores empiezan a condicionar cómo nos vamos a desarrollar después de nacer.
EMOCIONES PROGENITORES
También nos afectan las emociones que nuestros padres han vivido durante el embarazo:estaban tranquilos, ilusionados y felices. O por el contrario convivían entre peleas, problemas económicos, estrés… Toda emoción sentida por los progenitores es percibida por la criatura y la adopta como propia.
HERIDAS NUEVAS
Y después de nacer, cuando vamos creciendo la vida nos trae nuestras propias heridas, traumas, bloqueos que nos provocan: baja autoestima, la creencia de que no somos merecedores de cosas buenas, convencimiento de que no seremos capaces de llegar a las exigencias… creamos nosotros mismos un vacío y que como cuesta llenar, nos ayudamos de otros métodos efectivos inicialmente y muy perjudiciales a corto o largo plazo.
entorno
¿Qué ocurre cuando una persona tiene baja autoestima, se siente solo, inseguro o diferente o quiere integrarse en algún grupo? Se anula y sigue a los más influyentes, populares, fuertes o esencialmente a los que le hacen caso o admiran…
INTEGRACIÓN
Quieres formar parte de un grupo, sentirte uno más entre amigos y sigues los hábitos poco saludables de las personas a las que te unes para integrarte.
Cuando maduramos no es muy diferente, seguimos buscando la aceptación, evitamos la soledad, queremos llegar a las expectativas del trabajo o llegar a todo conciliando trabajo, familia, amigos…
Cuando nos invade la vergüenza o sentimos bloqueos emocionales que no nos permiten expresarnos con los demás o queremos volvernos extrovertidos y ser capaces de actuar de forma natural y más libre.
IMITACIÓN
En tu entorno es habitual tener malos vicios y te parece normal porque lo hace todo el mundo o la mayoría y no ves los peligros o no entiendes la diferencia que lleva a que unos se enganchan y otros no.
EVASIÓN o DESINHIBICIÓN
Cuando no te gusta tu vida o cómo eres, es fácil crearte otro personaje cuando tomas sustancias o te muestras a través de redes o contactos en los juegos. Simplemente te conviertes en la persona que desees ser.
Cuando repasas tu vida y te das cuenta de que lejos está de los sueños o metas que te habías marcado. Cuando los años te pesan y quieres reemprender la energía que tenías y que ya ni recuerdas.
FAMILIAR
Cuando nos hacen seguir a los patrones familiares esperando que sigas el camino que consideran mejor por ellos, pero que no se paran a pensar qué deseas tú.
Tu familia no acepta cómo eres, cómo te vistes, tu orientación sexual oa qué te quieres dedicar a la vida…
SOCIEDAD
Hoy en día nos están vendiendo unas vidas idílicas, de éxito, una posición social, nos llenan de consejos para mejorar mil cosas… y al final la realidad es que muy pocos llegan a estos estándares. Además, en muchos casos no muestran la verdadera situación de sus vidas que los espectadores u oyentes toman como ejemplos a seguir u objetivos a cumplir.
Si no necesitas leer más porque has tomado la decisión de cambiar de vida .
Si ahora es tu momento, reserva tu cita ahora y empieza a vivir.