SÍNTOMAS FANTASMAS
¿Te sientes mal y los médicos no logran identificar la causa?
Existen muchos factores que pueden provocar síntomas de dolor o malestar sin existir enfermedades o lesiones.
Los médicos no pueden dar un diagnóstico, pero no están equivocados, simplemente tu problema no está en tu cuerpo físico y no tienen aparatos para analizarlo.
El desarrollo de problemas físicos suele ser un proceso largo, pero es en estas etapas iniciales donde la terapia puede aliviar los malestares y prevenir complicaciones y enfermedades.
Nos bloqueamos, desequilibramos o permitimos que energías negativas nos invadan o emociones tóxicas se enquisten. Es en ese punto donde surgen los malestares o las situaciones adversas que nuestra esencia utiliza como una alerta para mostrarnos que algo no está en armonía. Este es el momento ideal para actuar y prevenir sus efectos.
Nuestros pensamientos influyen en nuestra energía de manera sutil, muchas veces sin que lo notemos. El cerebro no distingue entre lo que imaginamos y lo que realmente sucede, por lo que cuando albergamos pensamientos pesimistas o revivimos sufrimientos, nuestro cuerpo reacciona como si fueran experiencias reales, alterando su equilibrio y bienestar.
La tristeza, la ira, el miedo y otras emociones pueden sobrecargar nuestros órganos hasta debilitarlos y enfermarlos. Aunque controlar estas emociones puede parecer un desafío, es algo que se logra con práctica. Al reconocer cómo nos sentimos, adquirimos el poder de transformar esas emociones, protegiendo nuestra salud y evitando sus consecuencias.
Cuando atravesamos etapas previas sin resolverlas, nuestro cuerpo se vuelve más vulnerable a patógenos, disfunciones, lesiones y enfermedades. Sin embargo, si actúas a tiempo, esas molestias permanecerán sólo como señales tempranas, sin llegar a convertirse en patologías físicas. El cuerpo avisa mucho antes de enfermar.
Solo tú puedes decidir en qué momento estás lista para liberar tus malestares. Ignorar las señales por más tiempo solo hará que sea más difícil restaurar las energías, liberar bloqueos, equilibrar las memorias y sanar los desequilibrios, aumentando el impacto de los daños. Con la terapia, puedes prevenir que estos problemas avancen hasta el punto de requerir un diagnóstico médico.
Si ahora es tu momento, reserva tu cita ahora y empieza a vivir.