el viaje
Todos iremos un día, la cuestión es hacerlo en paz
¿Quién no ha escuchado alguna vez sobre una persona que, en sus últimas horas de vida, resiste hasta que llega la persona que había estado esperando y, al despedirse, finalmente se va?
En esos últimos momentos, solemos hacer un balance de nuestra vida, y si tenemos la oportunidad, crece el deseo de resolver antiguos malentendidos o de expresar esos «te quiero» que habían quedado olvidados. Sin embargo, hay algo más profundo de lo que generalmente somos conscientes: la energía que nos rodea, los propósitos del alma y el camino que hemos recorrido…
Una de las cosas que más deseamos en la vida es el bienestar de nuestros seres queridos. Es profundamente doloroso verlos angustiados por el sufrimiento o el miedo a lo que está por venir. Esto lleva a muchas personas a aferrarse a la vida con todas sus fuerzas, intentando alargar unos momentos más para cerrar lo que sienten pendiente. Es un momento para pensar en ellos, poniendo a un lado nuestro propio dolor.
No quieren separarse de quienes aman, o sienten que les quedan demasiadas cosas por decir. Las lágrimas caen, ocultas tras una leve sonrisa que apenas disimula el tormento interior.
Aún podemos hacer algo muy significativo por ellos, más allá de los abrazos y las palabras de amor que compartimos. Podemos ayudarles a encontrar un desenlace lleno de paz y serenidad y seguir su camino con fluidez.
final de vida
cordón de plata
Revisión de vida: descritas por personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte (ECM), se afirma que, en el momento final, el alma pasa por una especie de «revisión de vida». Este proceso es descrito como una visión panorámica de la vida, en la que la persona ve y siente cómo sus acciones han afectado a los demás. Es una oportunidad para comprender las lecciones aprendidas.
Desprendimiento de la conciencia corporal: el alma comienza a desprenderse del cuerpo físico al acercarse el momento de la muerte. La conciencia puede volverse más clara, lo que permite que la persona perciba cosas que normalmente no están visibles en el plano físico, como la presencia de seres queridos que ya han fallecido o guías espirituales.
Despedida y conexión con los seres queridos: en el umbral de la muerte, el alma tiene la oportunidad de conectarse con aquellos a quienes más ha amado y con quienes desea cerrar ciclos, ya sea a través de palabras, gestos o simplemente en un plano energético. Esto puede incluir la liberación de emociones no resueltas o el perdón, permitiendo realizar el próximo viaje en paz.
La transición al plano espiritual: tras la muerte el alma atraviesa una transición hacia un plano espiritual, una especie de «intermundo». Este espacio está lleno de luz, serenidad y paz. El alma se rodea por una energía pura y amorosa, que ayuda a aliviar el dolor de la separación del cuerpo físico.
Proceso de purificación: incluye una especie de «limpieza» o revisión, donde las acciones y deseos del alma se evalúan, permitiendo una transición más suave hacia la próxima fase del ciclo espiritual.
El contacto con seres espirituales: tras dejar el cuerpo físico, el alma está acompañada por seres espirituales, guías, ángeles o familiares fallecidos, que la ayudan a realizar la transición y encontrar paz. El alma permanece en contacto con el mundo físico durante un tiempo después de la muerte, especialmente con las personas que aún viven a las que amaba o con las que tiene temas pendientes y envía señales para que su presencia sea notable.
Reencarnación y evolución del alma: el alma se prepara para una nueva encarnación en un cuerpo físico. Este ciclo de vida, muerte y reencarnación tiene como objetivo permitir que el alma aprenda, crezca y evolucione, superando las lecciones de vidas anteriores.
sanación
La terapia energética desempeña un papel significativo en la transición del alma entre la vida y la muerte, ayudándola a liberar bloqueos, alcanzar un estado de paz y facilitar su paso hacia el plano espiritual.
Este enfoque trabaja en el nivel energético, promoviendo armonía y serenidad tanto para la persona que está en el proceso de morir como para sus seres queridos.
Liberación de bloqueos energéticos: durante la vida, las emociones intensas, los traumas o los apegos pueden crear bloqueos en los cuerpos energéticos, dificultando el flujo de energía vital. En el momento de la transición, estos bloqueos pueden interferir en el proceso natural del alma hacia el desapego y la aceptación.
Transmutación de emociones pendientes: muchas personas enfrentan la muerte con emociones como miedo, culpa, tristeza o rabia. Estas emociones pueden atar al alma al plano físico y dificultar su transición.
A través de la terapia energética, estas emociones se transmutan en energías más elevadas, como paz, amor y gratitud, creando un ambiente de serenidad que facilita el proceso de dejar ir.
Creación de un entorno de paz: la terapia influye en el entorno que rodea a la persona en transición, incluyendo calmar a los seres queridos, equilibrar las emociones colectivas y traer una sensación de serenidad al espacio. Un entorno armonioso facilita que el alma se sienta segura y pueda avanzar.
Facilitar el desapego: las almas pueden resistirse a dejar el plano físico debido a apegos emocionales, asuntos no resueltos o preocupación por sus seres queridos.
La terapia energética facilita el desapego al trabajar en las memorias energéticas relacionadas con esos lazos, liberando tanto a la persona que parte como a quienes quedan, permitiendo una despedida más amorosa y armoniosa.
Purificación del campo energético: antes y durante el proceso de transición, la terapia energética limpia y armoniza el campo energético del alma. Esto incluye la eliminación de energías densas, patrones negativos o memorias emocionales que puedan interferir en el tránsito hacia la luz. Esta limpieza ayuda al alma a llegar a su próximo destino en un estado más puro y elevado, facilitando un nuevo comienzo.
Conexión con el plano espiritual: la terapia energética puede actuar como un puente entre el plano físico y el espiritual, ayudando al alma a conectarse con su esencia divina, guías espirituales o seres de luz.
Apoyo en la revisión de vida: se hace una revisión de vida en el momento de la muerte, donde reflexiona sobre sus experiencias y aprendizajes.
La terapia energética puede suavizar este proceso, ayudando al alma a encontrar aceptación y comprensión sobre las lecciones aprendidas y los retos vividos.
Facilitar el tránsito hacia la luz: uno de los objetivos principales de la terapia energética es acompañar al alma en su tránsito hacia la luz, asegurando que este viaje sea dulce, amoroso y sereno.
Esto incluye ayudar al alma a soltar cualquier densidad o apego al plano terrenal y a abrirse a las energías elevadas que la esperan en el plano espiritual.
Conexión con los seres queridos que partieron: las terapias energéticas incluyen prácticas que permiten al alma conectar con familiares o seres queridos que ya han fallecido. Esta conexión brinda consuelo, cierra ciclos emocionales y facilita el sentido de continuidad y aceptación del proceso.
Con esta terapia a distancia, nos enfocamos en liberar todos los bloqueos que aún persisten, transmutar los aprendizajes pendientes y limpiar la energía para dejarla completamente purificada.
A través de este trabajo, facilitamos un flujo hacia la luz y brindamos la oportunidad de comenzar una nueva etapa, libre de asuntos no resueltos o viejas memorias atrapadas.
Si ahora es el momento, reserva la cita ahora y dale la oportunidad de fluir.