EL Duelo
EL DOLOR DE LA PÉRDIDA ES UNA PESADA CARGA
Perder a quienes amamos es una de las experiencias más dolorosas que podemos enfrentar. Esa presión en el pecho, el nudo en la garganta, las lágrimas ardientes y los suspiros interminables son expresiones del profundo dolor y la tristeza que nos embargan.
No tienes que atravesar este camino de duelo en soledad. Permítete recibir ayuda y apoyo. Aunque nunca lo olvidarás, con el tiempo, aprenderás a recordar más los momentos de su vida que la pena de su partida.
Negación: la persona puede sentirse atónita o en shock por la pérdida y puede tener dificultades para aceptar que ha sucedido. Es como si la mente rechazara la realidad de la muerte para poder lidiar con la avalancha de emociones que conlleva.
Ira: al darse cuenta de la realidad, surgen sentimientos de frustración, rabia o resentimiento. La persona en duelo puede sentirse enfadada por la situación, por la muerte, por la vida que sigue adelante o incluso puede culparse a sí misma. A veces, la ira se dirige hacia otras personas o incluso hacia el ser querido fallecido.
Negociación: la persona puede intentar «negociar» con la situación, buscando formas de revertir la pérdida. Puede implicar pensamientos como «Si tan solo hubiera hecho esto de otra manera…» o intentar hacer promesas para cambiar su comportamiento a cambio de que la situación se solucione. El rechazo a la realidad crea falsas esperanzas de cambio.
Depresión: la tristeza profunda, el sentimiento de vacío y la desesperanza suelen aparecer en esta fase. La persona puede sentirse abrumada por la magnitud de la pérdida y experimentar tristeza persistente, llanto frecuente, insomnio o pérdida de interés en las actividades cotidianas.
Aceptación: la última etapa implica llegar a un entendimiento y una reconciliación con la pérdida. La persona acepta la realidad de la muerte y comienza a adaptarse a la nueva vida sin su ser querido, encontrando una forma de seguir adelante, aunque el dolor no desaparezca completamente.
No tienes que hacerte la fuerte ni creer que puedes con todo o que debes enfrentar todo por ti misma. La pena por la pérdida de un ser querido es profundamente dolorosa y, a veces, difícil de soportar. Sin embargo, con el apoyo adecuado, este proceso se vuelve más llevadero, y puedes superarlo antes de lo que imaginas.
Con la terapia adecuada, podrás transitar el dolor de manera más sana, liberando tu cuerpo de la sobrecarga emocional que conlleva. Cuanto más tiempo guardes esas emociones dentro de ti, más daño pueden causar.
Date la oportunidad de sonreír nuevamente y, aunque parezca difícil de creer en este momento, de disfrutar otra vez de la vida.
sanación
Reconexión con la esencia interior: la pérdida de un ser querido generara una sensación de desconexión con uno mismo o con el sentido de la vida. La terapia trabaja en la reconexión con la energía interior, ayudando a las personas a recuperar su sentido de paz y equilibrio. Al restablecer esta conexión, el individuo sentirá una mayor armonía consigo mismo y con el mundo que lo rodea.
Elevación de la vibración energética: la terapia se enfoca en elevar la vibración energética del individuo, ayudando a salir de estados emocionales densos como el dolor y la tristeza profunda. Al elevar su vibración, el individuo puede empezar a experimentar emociones de paz, esperanza y gratitud, que facilitan el proceso de sanación.
Meditación guiada y visualizaciones la terapia energética incluye técnicas de meditación y visualización, que ayudan a la persona en duelo a procesar sus emociones. A través de estas prácticas, se pueden crear imágenes mentales de sanación y liberación, lo que contribuye al bienestar emocional y energético y reconciliarse con la paz interior.
Reprogramación de creencias limitantes: a veces, el duelo no solo está relacionado con el dolor de la pérdida, sino también con las creencias limitantes que surgen, como el miedo, la culpabilidad o la idea de que la vida nunca volverá a ser igual. La terapia ayuda a reprogramar estas creencias negativas, cambiándolas por pensamientos más saludables y positivos, lo que facilita la aceptación de la pérdida y la adaptación a la nueva realidad.
Liberación de emociones atrapadas: durante el duelo, las emociones intensas como el dolor, la tristeza, la rabia o la culpa pueden quedar atrapadas en el cuerpo energético. La terapia busca identificar y liberar estas emociones estancadas a nivel energético. A través de técnicas como la canalización, se puede permitir que estas energías negativas se disuelvan y liberen, proporcionando alivio emocional.
Sanación de la energía vital: los centros de energía pueden verse bloqueados o desequilibrados debido a experiencias emocionales intensas. Durante el proceso de duelo, especialmente cuando hay una gran carga emocional, ciertos puntos u órganos pueden verse afectados. A través de la terapia cuántica, se trabaja para equilibrar estos centros energéticos, promoviendo una sanación más profunda en el cuerpo y la mente.
Reconciliación con el proceso de la vida y la muerte: a través de la terapia cuántica, muchas personas logran encontrar una comprensión más profunda del ciclo de la vida y la muerte, lo que trae consuelo y serenidad.
La terapia energética cuántica canalizada es una herramienta poderosa para sanar el duelo por la pérdida de un ser querido, ya que se enfoca en restaurar el equilibrio energético, liberar emociones atrapadas y ayudar a la persona a encontrar la paz y aceptación que necesita para superar el dolor. Como siempre, es recomendable complementar cualquier tipo de terapia energética con el apoyo emocional adecuado para asegurar un proceso de sanación completo.
Si ahora es su momento, reserva tu cita ahora y dale la oportunidad de vivir.